El Clan del Oso Cavernario - Jean M. Auel


Sagas, sagas y más sagas.
Lo cierto es que uno rebusca entre las obras de los autores y descubre una infinidad de colecciones:
La Torre Oscura de King, la Saga de Ender de Scott, la extensa Rueda del Tiempo de Jordan, Lehane, Herbert, Cornwell, Martin, Benítez... y así, un sinfín de autores que en mayor o menor extensión se han entregado a este estilo y formato.

Hoy os voy a hablar del primer capítulo de una de las susodichas, una serie que consiguió aunar halagos de la crítica y ventas por millones (en especial las primeras entregas) pero que irónicamente sigue siendo una desconocida para el gran público en general.
El Clan del Oso Cavernario significó la puesta de largo, allá por el ya lejano 1980, de la colección: Los Hijos de la Tierra y que ha continuado hasta nuestros días, habiendo sido publicada su sexta y supuesta última entrega en el todavía reciente 2011.
Si bien la saga ha perdido enteros en calidad y creatividad, sobre todo en los capítulos finales, el valor literario y documental de la obra sigue siendo inmenso, particularmente en esta primera inmersión prehistórica. Y creedme cuando os digo que son pocos los libros que existen como el que nos ocupa.

Las novelas relatan la vida de Ayla, una niña Cromagnon de 5 años, que tras perder a toda su tribu y familiares en un terremoto, es rescatada por un clan de Neanderthales cuando ambas especies convivían y compartían la tierra.
Partiendo de este incomparable marco, seremos testigos del día a día para ganarse su puesto en el clan y su titánica lucha por la supervivencia dentro de una rudimentaria, violenta e inflexible sociedad; sufriremos con sus penurias y nos animaremos con sus pequeñas y escasas conquistas.
Esta novela narra los primeros años de vida de la protagonista y sin ningún género de duda, resulta la mejor entrega de la saga, pero no sólamente eso, El Clan del Oso Cavernario es un imprescindible de la novela histórica y una auténtica obra maestra de la literatura.
La autora americana Auel concibe y crea una poderosa y soberbia historia en un entorno impagable, creativo, inexplorado y extraordinario como pueda ser la Época Prehistórica, con unos personajes majestuosos y perfectamente construidos, a los que uno rápidamente coge cariño o antipatía, según su autora haya dispuesto. 
Pocos escritores pueden hacer gala de esa pericia a la hora de conseguir transmitir emociones, una  habilidad que está perfectamente ejecutada y que parece estar impresa con una pasmosa eficacia en esta ficción.
Ayla, la protagonista, es uno de los personajes mejor definidos que un servidor haya disfrutado nunca (siempre refiriéndonos a esta entrega, ya llegaremos a las siguientes), una figura cargada de miedos a los que sobreponerse y obstáculos que vencer, Auel es consciente de ello y sabe evitar caer en el proteccionismo, la novela es dura y oscura, en ocasiones mucho, contando además con un epílogo formidable, redondo, en pocas palabras: Perfecto.

Es harto complicado el mantener un nivel de calidad así a lo largo de toda una saga, es por ello que en mi opinión, El Clan del Oso Cavernario debía haber comenzado y finalizado en esta única y sublime entrega.


Hemos de sumar a lo anteriormente expuesto una ambientación y recreación del periodo poco menos que excelsa, que pone de manifiesto lo laborioso y minucioso que ha debido de ser la tarea de documentación por parte de la escritora para con la época, ritos, sociedades e infinidad de información y detalles que nos conmina a imaginar que aquellos tiempos debieron ser más que similares a lo que se describe en las páginas del libro.
Por poner algún "pero", os diría que quizás la autora abuse de ciertos paralelismos entre la novela y las sociedades actuales, que aun sin tener especial relevancia para el relato, sí que resultan un tanto forzados.
No es menester el señalarlos, ya que cualquier lector que decida sumergirse entre sus páginas los identificará a su debido tiempo pero sin mayor trascendencia que el de unas pequeñas prerrogativas ejecutadas por parte de la autora para ayudar al desarrollo de la historia.
Y hablando de la historia, la narración encargada de transmitirla resulta sólida e intensa, muy intensa, es posible que en las primeras páginas uno puede verse abrumado por tanta información y por un desarrollo no tan dinámico como cabría esperar. Nada más lejos de la realidad, una vez superados los compases iniciales, la americana imprime una excelente progresión que no se desprende, ni se detiene hasta que hemos acabado su última página, hasta que no hemos asistido al desenlace y descubierto que sucede con Ayla, Brun, Broud, Iza, Creb y demás personajes que pueblan esta excepcional obra que no encuentra parangón alguno dentro del mundo de las letras, y es que, uno concluye el libro no sólo teniendo la percepción de comprender y entender un poco mejor de dónde venimos, el cómo y el por qué, sino también emocionado, teniendo la sensación de haber recorrido un increíble e irrepetible viaje, y eso amigos, eso es algo de lo que muy pocos libros pueden hacer valer.


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